lunes, 7 de septiembre de 2015

Y después de entrenar, no olvides enfriar.



¿Te ha pasado que terminando de hacer ejercicio o de saltar como loc@ te sientes maread@? Esto se debe a que a tu cuerpo no está diseñado para parar abruptamente una actividad física intensa. Cuando haces ejercicio intenso tus vasos sanguíneos se encuentran dilatados y tu corazón bombea como loco sangre a las extremidades de tu cuerpo, cuando paras de golpe dejas momentáneamente al cerebro sin la suficiente cantidad de sangre y es por eso que se sufren mareos, confusión y en algunos casos desmayos. Enfriar tu cuerpo después de una práctica evita los mareos y facilita que la sangre se oxigene previniendo su acumulación en las extremidades y distribuyéndola a los órganos vitales y al cerebro, además te prepara para la fase de relajación.

Conocido también como vuelta a la cama, el enfriamiento es el conjunto de ejercicios de baja intensidad que deben hacerse al final de la actividad física principal. Realizarlo prepara tu cuerpo  tanto física como psicológicamente para el descanso, ayuda a estabilizar la temperatura de tu cuerpo, ritmo cardiaco, respiración y  flujo sanguíneo; también regresará la tensión normal a tus músculos y  evitará que duelan al día siguiente pues hace que los niveles de ácido láctico y otras toxinas liberadas durante el ejercicio salgan de tus músculos. Su duración depende del tiempo que haya durado lo demás de la práctica pero se recomienda que sea por lo menos de 5 minutos. 

 Al contrario del calentamiento, la etapa de enfriamiento debe ir bajando de intensidad poco a poco con el fin de disminuir la actividad cardiovascular y regular el ritmo cardiaco; posteriormente debe continuarse con estiramiento de todo el cuerpo haciendo énfasis en los grupos musculares utilizados durante el ejercicio. Cada estiramiento debe durar mínimo 15 segundos y nunca rebasar los 30, no debe doler pero sí debe haber un esfuerzo. Ahora que tus músculos están más calientes debido a tu práctica notarás que estirarse es un poco más fácil. Es importante mencionar que los ejercicios de vuelta a la cama deben ir acompañados de una correcta respiración la cual debe ser lenta, profunda y tranquila. Puedes incluso hacer algunas posturas de yoga que te ayuden a relajarte y estirar.

Aquí te presentamos 3 consejos básicos para estirar correctamente:

  • No rebotes pues puedes lastimarte. Concéntrate en el ejercicio y realízalo de forma suave, relajada y gradual.
  • Nunca estires sin antes realizar un breve calentamiento. Antes de calentar tu cuerpo no está preparado, necesitas primero entrar en calor para que tus músculos se lubriquen con una mayor irrigación sanguínea. Es por eso que durante el enfriamiento notarás un mayor rango de movimiento en tu estiramientos pues tus músculos están calientes siendo más fácil estirarlos.
  • No contengas la respiración. Sin respirar dificultas el movimiento, al inhalar y exhalar no afectas la circulación sanguínea y los músculos pueden estirarse mejor y de forma más segura. 
Acá te dejamos un video con un enfriamiento súper sencillo, está en inglés, pero puedes seguirlo sin problemas.




Escrito por Natupa


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