miércoles, 18 de mayo de 2016

Tips para aprender trucos difíciles en un dos por tres.

Un truco (sin importar su grado de dificultad) se compone de movimientos precisos y coordinados. Completar y posteriormente dominar un truco depende de la correcta ejecución de todos los movimientos que lo componen.

Para que ejecutes un truco, tu cuerpo y mente deben trabajar juntos. Se requiere de precisión y buenos reflejos para que la ejecución del mismo sea exitosa. Al integrar un nuevo movimiento a tu repertorio estás exigiendo a tu cuerpo y cerebro a hacer algo diferente. Como siempre que se aprende algo nuevo, es importante analizar y asimilar todo lo que pasa durante el truco. ¿Qué tienes que hacer primero? ¿Cómo te tienes que mover? ¿En qué momento debes bajar/subir/voltear el brazo? ¿Hacia dónde va a ir el aro? etc.

Ponerse a pensar estas cosas va preparando tu cerebro para que pueda darle órdenes al cuerpo. Pero, no sólo el cerebro debe prepararse, también el cuerpo debe ir aprendiendo. Reconociendo cómo se sienten las nuevas posturas y cómo se siente y qué pasa con el aro durante las mismas.

Realizar ejercicios de preparación antes de intentar un servirán para que tu cuerpo y cerebro asimilen y se acostumbren poco a poco todo lo que ocurre mientras ejecutas el truco. Practicándolos podrás acostumbrarte a lo que está pasando con el aro y predecir su comportamiento, mejorando así tu capacidad de reacción (en caso que algo salga mal o mejor dicho, que no salga acorde a lo planeado). También te ayudarán a controlar mejor tu cuerpo y conocer las posturas que debes adoptar para tener mejor equilibrio o control del aro durante la serie de movimientos que conforman el truco. Los ejercicios de preparación también servirán para encontrar un patrón o ritmo de movimiento que sin duda alguna facilitará la ejecución.

Si eres maestr@, divide el truco que vas a enseñar en varias partes. Realiza ejercicios previos que faciliten a tus alumn@s el aprendizaje. Deben ser ejercicios que involucren los grupos musculares a utilizar en el truco. Hazlos lentamente para que el cerebro tenga tiempo de asimilar los movimientos. 

Además de control corporal y posiciones adecuadas, para que un truco salga bien, la fuerza y flexibilidad juegan un papel fundamental en la buena ejecución de algunos movimientos. Hay veces en las que no es posible realizar correctamente algún movimiento de los que componen el truco debido a la falta de una u otra, llevándonos así al fracaso en el intento. Los ejercicios de preparación deben también servir para mejorar estas dos áreas. En nuestro siguiente post ahondaremos un poco más en el tema y te presentaremos algunos ejercicios que puedes hacer para mejorar estas dos capacidades. 

Te dejamos un tutorial de Moisés Olmedo el cual incluye ejercicios de preparación para que te sea más fácil realizar el truco. 




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