Dolencias hoopers. ¡Cómo me duele!

Hupear es súper divertido, es una forma de salirnos un ratito de la realidad y relajarnos; de canalizar nuestra energía, pasarla bien y de contagiar la alegría que provoca girar un aro de plástico. Pero como alguno@s (la mayoría) sabemos no siempre todo es miel sobre hojuelas, a veces hupear duele, y mucho. El que sigue es un recuento de las dolencias hoopers más comunes con las que tal vez (y esperamos que no) te encuentres. 

1. Moretones: Generalmente suceden al principio de la vida hooper, cuando girar el aro en la cintura es toda una proeza y un triunfo memorable. Much@s de nosotros empezamos con un aro hecho de poliducto, esa manguera negra o naranja que es pesada y está cubierta de una capa colorida de cinta de aislar. Como al principio nuestro cuerpo no está acostumbrado a la presión del aro y además lo giramos en la cintura sin que éste se mueva de la misma área durante muuucho tiempo, disfrutando de nuestros primeros giros; la piel se ve afectada y al día siguiente (si no es que antes) de tu intensa práctica puede ser que aparezcan moretones. Los moretones surgen cuando los capilares (pequeños vasos sanguíneos) superficiales se rompen y por ende sale sangre de ellos haciendo que tu piel tome un color diferente al habitual (pueden ser verdes, morados o rojos, dependiendo del daño que tenga tu piel y del tiempo que lleves con la herida). Después de un tiempo esa sangre es reabsorbida por el cuerpo y tu piel vuelve a lucir tan radiante como siempre. Otra zona que es susceptible a amoratarse es la división entre los pies y la espinilla. ¿A quién no le ha pasado que intentando subir el aro de los pies a la cintura o tras una práctica intensa con los pies la piel se lastime o se raspe? Es recomendable que cuando empieces a notar que girar el aro duele o produce molestia, dejes de pasarlo por esa área y si te salen moretones, aplica hielo para evitar inflamación y dale un descanso a esa zona por uno o dos días en lo que tu piel se recupera, de esta manera evitarás lastimarte más.                                                                                               
   
   ** NOTA: Generalmente cuando los moretones desaparecen no vuelven a aparecer. Si este no es tu caso y los moretones vuelven a salir en repetidas ocasiones ten cuidado pues puede ser que tengas un problema médico como anemia o deficiencia de vitamina K por lo que te recomendamos consultar a un médico.*** 
2. Golpes: Típico, estás bien concentrad@ en tus súper movimientos, dejándote llevar por la música y de repente ¡PUM! tu nariz interfiere en la trayectoria del aro. Cómo duele ¿verdad? Los golpes siempre son un riesgo inminente para tod@s los hoopers, no importa si apenas vas empezando o llevas 25 mil años en esto, golpearte siempre es posible; aunque claro, con el tiempo la frecuencia de los golpes va a disminuir. Cuando te golpees fuerte, es importante que apliques hielo lo más pronto posible en la zona afectada para que no se te hinche. Puede ser que te quede un moretón y que la molestia dure días pero bueno, no todo en la vida puede ser color de rosa.
3. Dolor muscular por ejercicio: Si al día siguiente de tu práctica te sientes un poco ties@ y adolorid@ no te preocupes, no es el fin del mundo; de hecho es una (buena) señal enviada tu cuerpo para decirte que trabajó esa zona que te duele. Lo que puedes hacer para calmar un poco el dolor es estirar la zona y tomar una aspirina. Para evitar que el dolor sea tan intenso te recomendamos que estires el mismo día que practicaste, así al día siguiente no sufrirás ni tantito. Si quieres saber acerca de la imporancia de estirar después de practicar pica acá. 
4. Dolor de espalda o cuello por tensión: Es probable que con tus primeros giros tu cuerpo se tense más de lo necesario y esto conlleve a dolores subsecuentes a tus prácticas. Seguro te tomará unos cuantos días acostumbrarte a los movimientos que estás aprendiendo, tarde o temprano tu cuerpo se dará cuenta que no es necesaria tanta tensión para mantener el aro en movimiento y podrá relajarse evitando así dolores innecesarios que sólo nos hacen estar incómod@s. Lo que puedes hacer para contrarrestar este tipo de dolor es tomar o aplicar un relajante muscular natural como árnica o manzanilla. 
   
   
   

Recuerda que la salud es primero, si no estamos san@s no podemos hacer las cosas que más nos gustan. Si tu dolor es crónico y no desaparece es necesario que vayas a consultar un médico para que te oriente y ayude. Hupear siempre debe ser divertido y a veces hacer una pausa de uno o dos días es más que suficiente para volver a la acción...

Escrito por Natupa.