Desgraciadamente no tod@s tenemos la oportunidad de practicar todo el tiempo en un lugar grande o abierto donde el espacio sea ideal para todos nuestros movimientos huperos. La libertad de movimiento que nos da un espacio grande donde el techo es súper alto y las paredes amplias es increíble, se pueden explorar lanzamientos, saltos, estirar, correr y rodar como si no hubiera un mañana. Ya sea porque no hay un lugar para practicar cerca, estás de visita en casa de la abuela o porque, en algunos casos, el verano ha terminado y practicar al aire libre es casi imposible; todo@s nos hemos visto con la necesidad de hupear en un espacio pequeño estoy segura. Practicar en lugares cerrados no es taaan malo... Claro que hay mucho riesgo involucrado, la sensación que se tiene cuando le pegas a la lámpara favorita de mamá, a la foto de graduación de tu herman@ o al florero de la mesa es inigualable, mucha adrenalina y angustia también jejeje... A veces se siente como si todas las cosas que te rodean fueran limites para tus movimientos y cuando intentas una y otra vez un truco y cada vez le pegas a algo diferente puede ser un poco frustrante; sin embargo, es posible ver a la "falta de espacio" como una oportunidad y no un inconveniente. Sí, una oportunidad de explorar nuevos movimientos, más controlados, delicados y limpios y descubrir así nuevas formas de hupear y tambien de usar tu mente para crear conciencia del espacio donde te encuentras. Y si lo tuyo es el fitness hula, entrenar en un espacio pequeño es de verdad genial, pues necesitarás mucha más fuerza para controlar tu cuerpo y el hula.
Preparándose para la acción.
- Claro que es casi imposible hupear en la sala con la mesa de centro en su lugar. Cuando te dispongas a hupear adentro intenta mover un poco los muebles y quitar las cosas valiosas porque va a haber varias (o muchas) ocasiones en las que el aro salga volando fuera de control y lo último que queremos que interrumpa nuestra práctica sea tener que limpiar los trozos de vidrio de un vaso olvidado por ahí.
- Analiza las posibilidades que tienes para moverte, puede ser que haya un pasillo muy estrecho donde el aro tenga que estar vertical todo el tiempo. Qué mejor lugar para perfeccionar roles o practicar isolations (si no sabes qué es eso, pica aquí) e ilusiones ópticas. También puedes practicar desplazamientos y vueltas. Si haces poi hooping, entrenar en un espacio angosto ayudará a pulir tus weaves.
- Si el techo es muy bajo, es perfecto para practicar hincad@s, sentad@s o acostad@s en el suelo lo cual enriquecerá tu vocabulario hooper.
- Otra cosa que puedes hacer es jugar a desplazarte por todo el lugar intentando no pegarle a nada en el camino cambiando de posición el aro y tu cuerpo para lograrlo.
- Algo que puede te ayudar para sentirte más libre en un espacio pequeño es reducir el tamaño del aro, al utilizar un hoop más chico, el espacio que necesitarás para maniobrarlo será mucho menor y explorarás una velocidad y peso distintos a los que estás acostumbrad@ a utilizar.
Aunque no siempre tengamos el espacio ideal para practicar y ponernos a todo con los hulas, debemos pensar en cada lugar como una oportunidad para descubrir nuestro cuerpo, jugar con el espacio y ponernos en sintonía con el aro.
Hoy les dejamos un video de Lucía RM que nos enseña que podemos jugar con el espacio y utilizarlo a nuestro favor para crear cosas muy bonitas :).
Escrito por Natupa
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